Como sabéis, se ha establecido el Estado de Alarma. El país se para para que la población se confine en casa porque es la única medida que puede parar el virus.
Pues bien, si paramos, ¡Paramos!
Pero como tenemos montado un sistema educativo que va a toda máquina, con contenidos ajustados y poco flexibles, cuando llega un virus de esta envergadura no sabemos cómo proceder.
¡Parando!
Y el sistema sigue sin saber parar, no lo entiende, no lo concibe; y ha ideado simular la normalidad en medio de un Estado de Alarma. Esto es incompatible. Se le ha ocurrido usar la tecnología:
Desde allí, sale muchísima información en forma de fichas para los niños, temas y/o enlaces que debemos descargar para que nuestro alumnado “no pierda el ritmo” (incluso el curso, dicen algunos).
Esto es muy bonito, pero, ¿qué sucede cuando el receptor no tiene los recursos suficientes que le permitan bajar ese contenido? Porque esto también está sucediendo. Muchas familias con pocos recursos no pueden acceder a todo ese contenido que envían electrónicamente, por varios motivos: “no tengo internet”, me dicen algunas; “no me quedan megas” me comenta otra, “no tengo ordenador”, “no tengo impresora”, etc.
Y es que con esta solución, ser pobre te discrimina otra vez, te lo pone más difícil y el niño es el único perjudicado porque se queda atrás, no le llega la información.
Si paramos, ¡Paramos!
De nada sirve que bombardeemos de contenido nuevo a nuestros alumnos, o, peor aún, a sus madres, que de repente tienen que ser 6 maestras en una (sin preparación y algunas trabajando fuera o dentro de casa) si no pueden acceder a él.
Esto es una doble discriminación para muchos niños y niñas. No participaré de ello.
- Coge un lápiz y papel, y repasa las tablas de multiplicar si estás en Primaria.
- Si cursas la ESO, haz todos los ejercicios de tu cuaderno, así repasas lo dado y apunta dudas.
- Lee libros, seguro que tienes alguno pendiente.
No se muere de suspender un examen, se muere de un virus desconocido como este.
De nada me sirve terminar mi temario si no puedo garantizar(me) que ha llegado en plenas condiciones a cada una de mis alumnas y alumnos.
La interacción maestra/o – alumna/o en un aula es irreemplazable.
Me parece una reflexión muy interesante y revolucionaria, ya que, aunque la propuesta sea mirar hacia atrás, la solución es totalmente diferente a lo que hemos estado oyendo estos días.
Efectivamente todas las personas no tienen los mismos recursos y la falta de medios sigue discriminando a aquellas que menos tienen. Pero… aportemos soluciones: ¿por qué las televisiones públicas autonómicas no emiten sus clases en esos canales? Sería como se ha venido haciendo con That´s English, por horarios según niveles. En vez de discriminar por recursos tecnológicos, utilicemos un medio que está en el 99% de los hogares españoles según el INE.
Muchas gracias por tu comentario, María José.