Dicen que los Tres Reyes Magos de Oriente ni eran tres, ni eran reyes. Lo que sí se sabe es que eran magos y que eran más de tres.
Es ahora cuando no tenemos más remedio que hablar de los reyes por antonomasia en Probabilidad, es decir, las cuatro figuras de la baraja española con la que aprendemos del Azar a partir de 4 E.S.O.
Por cada palo tenemos un rey, cuyo significado se asocia a los estatus de sociedades medievales, tal y como explicó Antoine Court de Gébelin en 1781:
Uno lleva OROS, que es un metal denso y noble, considerado el más común de los metales preciosos. Tiene carácter ígneo, solar, real e, incluso, divino. El oro en la época medieval era el dinero, por lo que representa al comercio.
Otro lleva COPAS, simbolizando al clero y la Iglesia, ya que tenían mucho poder -casi todo- en la Edad Media. La copa simboliza el Cáliz que Jesucristo usó en la Última Cena.
Otro lleva ESPADAS, que viene a representar al poder noble y militar. Las espadas hechas de metales disponían de una empuñadura que les otorgaba nivel aristócrata para simbolizar un estatus superior.
El último lleva BASTOS, un elemento alejado de los metales anteriores. Se escogió para representar al pueblo llano, los campesinos y agricultores; los que trabajan con la tierra. Encarna, así, lo mundano y alejado de lo espiritual.
Mucho más que un juego
La baraja española sería un buen regalo de Reyes ya que los beneficios de los juegos de cartas son mucho mayores que los inconvenientes.
En los juegos de cartas se aprende a cooperar y cumplir normas, a respetar los turnos y planificar una estrategia. Son oportunidades para estar en grupo y mejorar las habilidades sociales.
Una partida de cartas genera situaciones óptimas para desplegar y desarrollar de manera natural muchas capacidades importantes que, de otro modo, intentan forzarse sin éxito: la concentración y la atención, la memoria y velocidad mental, el pensamiento lógico y cálculo matemático.
Estos recursos, bien usados, son claves para un desarrollo cognitivo y social inestimable.
Recuerdo en mi infancia jugar con mi madre, mi tía y mis primas a la brisca, al cinquillo, …
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